LOS ARGENTINOS, MOLTENI-GONZALEZ NO PUDIERON CONTRA NADAL-ALCARAZ

En una jornada lluviosa en los Juegos Olímpicos París 2024, Andres Molteni y Maximo González perdieron en primera ronda ante Carlos Alcaraz y Rafael Nadal por 7-6 y 6-4 en 1 h y 47 minutos de juego. De esta manera, los hispanos se convirtieron en la primera pareja en acceder a los octavos final donde se enfrentarán el martes 30 de julio a la pareja de Países Bajos, Tallon Griekspoor y Wesley Koolhof.

Antes de arrancar el encuentro, el estadio Philippe Chatrier, contaba con público a favor de los españoles, teniendo en cuenta las recientes controversias entre argentinos y franceses, sumándole que, el Roland Garros es la fortaleza de Rafa con 14 títulos y el actual escenario del murciano de 21 años porque es el campeón defensor. Además, Nadal llegaba a estos juegos con rodaje, ya que, el domingo pasado había llegado a la final ATP 250 de Bastad, en el que perdió ante el portugués Nuno Borges por 6-3,6-2, pero con problemas en su aductor que seguían molestando y generaban incertidumbres.

No obstante, la dupla argentina llegaba más consolidada por haber jugado muchos partidos juntos, a pesar de que los españoles contaban con la experiencia de Rafa y con la juventud explosiva del murciano que venía de derrotar a Novak Djokovic en la final de Wimbledon el pasado 14 de julio. Aun así los albicelestes dieron batalla, en el cual el primer set se decidió en tie-break y que por detalles terminó 7-6. Ya en el segundo set, los albicelestes lograron por un momento adelantarse 3 a 0, pero a partir de ahí se notó la superioridad de los europeos, que supieron remontar 6 a 4 el duelo.

La historia de Rafael Nadal junto a su compatriota sella otro hito histórico en el mundo del tenis, pero, ¿a qué costo?. Probablemente, sea la primera de las últimas veces que los veamos jugar juntos, ya que el oriundo de Manacorí tiene 38 años y curiosamente disputó sus primeros Juegos Olímpicos cuando Alcaraz tenía cinco años. Cumplieron los sueños de muchos al unirse y jugar un rato juntos, como si el tiempo no pasara. Uno al borde del retiro y el otro de a poco empieza a escribir sus páginas doradas.